Los libros deberían leerse como si cada página nos prolongara la vida y como si la siguiente hora fuera la del último respiro, la del último verso. Con un buen café de por medio, con ansias, a solas o en compañía. No hay soledad donde se yerguen buenas páginas.
Leer un libro es como saciar la sed para aprender sobre creencias, culturas diversas, alimentar el conocimiento, desempolvar las alas adormecidas a fuerza de tanta rutina, para permitirnos el viaje, para hallar paz en las tormentas y darle bríos a la quietud, para romper mutismos e inercias.
Fue esa necesidad de parirle más alas y libros a Cuba, la que se volvió imprenta hace 65 años. Nacía un sueño mayoritario que Fidel hizo tangible, una historia desde la cultura para contar la vida de un país desde sus primeras páginas en Revolución, sellando su fundación el último día de marzo de 1959.
Alejo Carpentier resultó el intelectual a la custodia de ese sueño llamado Imprenta Nacional de Cuba. De esa vorágine mágica que se hace concierto en la en la poligrafía, vio la luz el primer libro impreso. El ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, en 4 tomos y una tirada de 400,000 ejemplares.
A esta obra cumbre de la literatura española, seguirían las antologías de poetas de renombres como Darío, Vallejo Neruda, Guillén. La impronta de la institución sería definitoria en las cartillas y manuales que llenaron el saber con la campaña de alfabetización en 1961.
Tres años después de su alumbramiento, se convirtió en Editora Nacional, para dar paso al Instituto Cubano del Libro, transcurridos 7 años.
Desandar esas páginas es descubrir a una nación en lo mejor de sus voces y letras, conocerla, es ir más allá de una portada y una cita textual que encabeza el libro, es escudriñar fuentes de sabiduría y consuelo para ensanchar el pensamiento y encender la llama del saber.
Leer un buen libro es encontrar historias, sentimientos, anhelos, es buscar en rincones ocultos otras puertas, es llenar el alma, la mente, el corazón, y saber que aún puedes encontrar más para dar luz y raíces a las letras cubanas.
