Palestina necesita solidaridad frente al genocidio israelí

Palestina necesita solidaridad frente al genocidio israelí

El pasado 30 de marzo se cumplieron 47 años de la brutal masacre llevada a cabo por el régimen sionista contra el pueblo palestino, al que ha arrebatado cientos de vidas inocentes y usurpado una parte importante de su territorio, tras la aprobación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948.

Desde los inicios del Estado israelí nació la política sionista de expansión y exterminio contra Palestina, sin importar los medios. Como consecuencia, en 1967 la sociedad palestina llevó a cabo una huelga general de 21 mil dunums, habitantes en el norte de la Palestina histórica, a la que Israel respondió con una represión que se convirtió en genocidio.

Más de la mitad de la población árabe palestina huyó o fue expulsada. Jordania y Egipto controlaban el resto del territorio asignado por la resolución 181 al Estado árabe. En la guerra de 1967, Israel ocupó estos territorios (Franja de Gaza y Cisjordania), incluido Jerusalén Este, que posteriormente se anexionó Israel.

Ni los palestinos ni los países árabes vecinos aceptaron la fundación del moderno Israel. Los combates entre los grupos armados judíos, algunos de los cuales los británicos consideraban organizaciones terroristas, y los palestinos se intensificaron hasta que los ejércitos de Egipto, Irak, Transjordania y Siria invadieron el territorio después de que Israel declarara su independencia en mayo de 1948.

Sin embargo, no hay ley que respete a Israel, ni determinación de la ONU, ni llamamientos de organizaciones de derechos humanos, ni voces de condena que limiten las acciones sanguinarias de la entidad sionista. Un Israel que sigue robando tierras palestinas, masacrando a su población, demoliendo casas, destruyendo cosechas, impidiendo la expresión cultural, ahogando día a día a Palestina con el aval de un mundo que ciego, sordo y mudo, no hace frente a sus crímenes.

En 1967, Israel lanzó lo que dijo que era una guerra defensiva preventiva contra Jordania, Egipto y Siria, ya que parecían estar preparándose para invadir. El ataque cogió por sorpresa a los gobiernos árabes e Israel logró rápidas victorias, como la toma de la península del Sinaí y la Franja de Gaza a Egipto, los Altos del Golán a Siria y Cisjordania y Jerusalén Este a Jordania.

La guerra de los seis días fue un éxito militar espectacular para Israel. La captura de todo Jerusalén y el control recién adquirido sobre las tierras bíblicas llamadas Judea y Samaria en Israel abrieron el camino a la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania, que se convirtieron en el centro del conflicto.

Hoy, el asesinato y la masacre continúan sin precedentes en la historia de la humanidad, cada vez con medios más sofisticados destinados al exterminio masivo y a la destrucción de las infraestructuras urbanas. Se ha ensañado con los habitantes, principalmente de las ciudades de Yenín y Nablús, pero también de Gaza y Al Quds, generando un centenar de asesinatos: hombres, mujeres y niños.

Crímenes que no cesan, a pesar de la profunda crisis política y social que vive la entidad infanticida israelí, que ha significado la movilización de una parte importante de la población israelí exigiendo el cese de la tramitación de las propuestas de reformas judiciales, presentadas por la administración del Primer Ministro Benjamín Netanyahu y su gabinete de extremistas, destinadas a debilitar las instituciones judiciales y a la vez generar un escudo de protección e impunidad para los crímenes cometidos por Netanyahu, acusado de corrupción, soborno y tráfico de influencias.

El ejército israelí mató a 32.975 palestinos e hirió a 75.577 desde el comienzo de su ofensiva contra la Franja de Gaza el 7 de octubre, según fuentes médicas, con la precisión de que la mayoría de las víctimas son mujeres, ancianos y menores.

La autoridades sanitarias informaron que en las últimas 24 horas las tropas israelíes cometieron cinco masacres en el enclave costero, matando a 59 personas e hiriendo a otras 83, mientras la agencia oficial de noticias Wafa informó de que decenas de personas murieron y resultaron heridas en la mañana de este 4 de abril en el enclave costero como consecuencia de los bombardeos de la aviación y la artillería israelíes.

Hoy el pueblo palestino necesita la solidaridad de los gobiernos, de las sociedades, de los hombres y mujeres justos, para destruir definitivamente esta perniciosa toxina sionista, que tanto daño causa a la humanidad.