En medio de un escenario económico-social bien complejo, Contramaestre cobrará vida nuevamente en el vínculo cotidiano de la población, cuando el próximo 20 de septiembre arranquen los intercambios delegado-pueblo con los itinerarios bien definidos.
Se trata del Primer proceso de rendición de cuenta del XVIII período de mandato, una voluntad política del país para acercar la mirada a las comunidades y solucionar sus dificultades.
Aunque se conoce que la falta de identificación con los problemas en el terreno ha ganado apatía, no debemos apelar al escepticismo, porque en las localidades aún existen reservas para una aproximación integral al trabajo comunitario.
A qué se nos convoca? Los encuentros deben caracterizarse por una transparencia en la que prevalezca la claridad meridiana del delegado en función de la identificación de las dificultades en los barrios, para defender la construcción colectiva a través del trabajo y la resistencia creativa.
Con honestidad y confianza, quienes representan al pueblo, deben acudir a esas reuniones con discursos claros, ajustados a la realidad cubana, no exenta de problemas actuales como los relativos a la alimentación, la energía, el abasto de agua y la canasta básica.
El delegado debe saber que en ese espacio de participación política y democrática, las dificultades afectan a los electores, a quienes les corresponden buscar alivio y resultados que favorezcan la convivencia con aportes colectivos, respetuosa, transformadora.
Pronunciarse por sembrar en patios y parcelas, como parte del programa de soberanía alimentaria, eliminar un salidero en la cuadra, coger un bache en la calle del barrio y convocar a jornadas de higienización para frenar la alta focalidad de mosquito Aedes aegypti, que tanto daño causa, deben ser pronunciamientos del pueblo en estos intercambios.
La participación activa de mujeres creadoras, asumiendo vínculos con las escuelas, casas de cultura, con el cambio que precisan los barrios, debe ser también pronunciamiento de la membresía electoral a asistir en ese proceso de rendición de cuenta.
Pulsar la voz ciudadana, a sabiendas que los tiempos no son nada fáciles, con comprensión de lo que podemos hacer en defensa del modelo social cubano recrudecido por un brutal bloqueo, es la convocatoria que se nos hace.