¿Desaparecido el pollo regulado?

Pollo en Contramaestre

La escasez del pollo con su respectivo incremento de precio parece marcar tendencia en Contramaestre, donde la comercialización del producto de alta demanda, vendido por actores económicos, muestra un panorama bastante preocupante.

La realidad, muy palpable en calle 11 del reparto FranK País, donde se concentran las mayores ventas de pollo regulado, particularmente por MIPYMES, pone en alerta la Resolución No 225 del 2024 del Ministerio de Finanzas y Precios, la que exige de una revisión seria e inmediata que favorezca las finanzas de las familias contramaestrenses.

El escenario en esa área de mercado, exhibe un descontrol y hasta ilegalidad, en el cumplimiento de una norma legal que busca poner un coto a la tarifa de un producto muy demandado por el pueblo.

Hoy cuesta trabajo encontrar pollo donde habitualmente se descongelaba, a la espera de los consumidores, pues la oferta es casi nula o nula, constatándose que se comercializa en las más oscuras redes del mercado informal, cuyo precio sigue subiendo mientras más manos lo toquen en la cadena de intermediarios y revendedores.

Dicha distorsión que favorece la desaparición de la oferta en esa área comercial, hasta ahora adolece del enfrentamiento, sin que el fenómeno sea de prioridad recurrente por el Cuerpo de Supervisión Integral DIS, el que debe pronunciarse para detectar violaciones y hacer valer la ley.

Según observaciones periodísticas, el control diario debe ser eficaz más allá de un ejercicio nacional o una visita provincial que se realice; se debe de revaluar todos los días lo que se hace para poder ayudar a la población.

Alimentar las sospechas sobre a dónde han ido a parar las grandes cantidades de pollo que de un día para otro comenzó a perderse, debe ser de buena práctica para encontrarlo y facilitar su comercialización según lo estipula la Resolución No. 225 del 2024 del Ministerio de Finanzas y Precios.

La tarea es mayúscula, porque ganar la batalla de los precios en Contramaestre, no es cuestión de magia. Resolver el dilema precisa pensar como pueblo, de poner un techo a la tendencia que hace rato acaba con los bolsillos de los menos favorecidos y engorda el de los comerciantes legales e ilegales.

Poner la cura a una patología como la inflación galopante, que necesita de terapias radicales e integrales debe ser la solución, pero mientras llegue esa cura, lo más atinado debe ser controlar la comercialización para no desvirtuar una disposición legal y la gente pueda respirar en medio de la asfixia por la escasez y los altos precios.


Moraima Zulueta Gómez

Acerca de Moraima Zulueta Gómez

Periodista de Radio Grito de Baire

Ver todas las entradas de Moraima Zulueta Gómez →