Cuba: Baluarte de protección del medioambiente

Cuba: Baluarte de protección del medioambiente

Hoy 5 de junio, cuando se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Medioambiente, es digno destacar, Cuba ha dedicado tiempo y recursos a la protección del medio ambiente. En 2022 fue aprobada la Ley del Sistema de Recursos Naturales y Medio Ambiente, la cual es coherente con la Constitución de la República de Cuba (de 2019), que en su artículo 75 establece que todas las personas tienen derecho a disfrutar de un medio ambiente sano y equilibrado; que el Estado protege el medio ambiente y los recursos naturales del país; y reconoce su estrecha vinculación con el desarrollo sostenible de la economía y la sociedad para hacer más racional la vida humana y garantizar la supervivencia, el bienestar y la seguridad de las generaciones actuales y futuras. 

Cuba ha sido reconocida durante mucho tiempo por su rico patrimonio cultural, sus vibrantes ciudades y su impresionante belleza natural. Sin embargo, lo que diferencia a esta nación insular de sus homólogos regionales es su inquebrantable compromiso con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad. A pesar de enfrentarse a numerosos retos socioeconómicos, Cuba se ha convertido en pionera en la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas.

El viaje medioambiental de Cuba comenzó a principios de los años 90, cuando el colapso de la Unión Soviética provocó una grave crisis económica. Ante la perspectiva de una hambruna generalizada y la escasez de energía, el gobierno cubano recurrió a la agricultura sostenible y las energías renovables como medio de supervivencia. Esto marcó el comienzo de una notable transformación, ya que Cuba pasó de ser una nación fuertemente industrializada a una campeona de las prácticas respetuosas con el medio ambiente.

En la actualidad, Cuba presume de una impresionante serie de logros medioambientales. El país alberga una extensa red de zonas protegidas, que cubren más del 20% de su territorio. Estas reservas naturales proporcionan un refugio seguro a una increíble variedad de flora y fauna, incluidas varias especies endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. La Ciénaga de Zapata, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es un excelente ejemplo de los esfuerzos de conservación de Cuba. Este vasto humedal, de más de 4.500 kilómetros cuadrados, es un criadero vital de cocodrilos, manatíes y una gran variedad de especies de aves.

Cuba también destaca por su dedicación a las energías renovables. Con el objetivo de generar el 24% de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2030, el país persigue enérgicamente proyectos de energía solar, eólica e hidroeléctrica. Este compromiso ha llevado a una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, convirtiendo a Cuba en una de las naciones más eficientes en carbono del hemisferio occidental.

La agricultura sostenible es otro ámbito en el que Cuba está haciendo grandes progresos. El énfasis del país en las prácticas agrícolas orgánicas no sólo ha mejorado el rendimiento de los cultivos, sino que también ha reducido su dependencia de los pesticidas químicos y los fertilizantes sintéticos. Este enfoque también ha promovido los sistemas alimentarios locales, proporcionando productos frescos a las poblaciones urbanas y apoyando al mismo tiempo a las comunidades rurales.

El liderazgo medioambiental de Cuba se extiende más allá de sus fronteras nacionales. El país ha participado activamente en acuerdos medioambientales regionales e internacionales, prestando asistencia técnica y compartiendo su experiencia con otras naciones. El gobierno cubano también ha puesto en marcha varias iniciativas destinadas a promover el turismo sostenible, que no sólo genera ingresos, sino que también sensibiliza sobre la importancia de la conservación del medio ambiente.

A pesar de estos logros, Cuba sigue enfrentándose a importantes retos medioambientales. El país es muy vulnerable al cambio climático, y la subida del nivel del mar y el aumento de la actividad ciclónica suponen una amenaza importante para sus ecosistemas costeros y sus infraestructuras. La deforestación, la degradación del suelo y la contaminación derivada de las actividades industriales y agrícolas siguen siendo problemas acuciantes que requieren una atención y una inversión constantes.

El compromiso de Cuba con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad sirve de faro de esperanza para la región del Caribe y más allá. Mientras la comunidad mundial se enfrenta a los retos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, las experiencias de Cuba ofrecen valiosas lecciones de innovación, resiliencia y cooperación. Mientras el mundo mira hacia el futuro, la gestión medioambiental de Cuba es un testimonio del poder de la acción colectiva y de la importancia de dar prioridad a la salud del planeta.