¡A contestar con hierro y fuego! Era la voz de ataque contra la invasión de tropas mercenarias en Playa Girón.
Probada estaba la capacidad de resistencia; sobrada la valentía. La intransigencia acumulada desde el 1868 se agigantaba nuevamente en el pueblo revolucionario.
Era Girón quien convocaba al combate. Un mar de fusiles en alto acechaba por doquier. El compromiso: Revolución invencible, fue la palabra de orden de Fidel.
Y en defensa del enero conquistado, respondieron hombres y mujeres de estirpe mambí y rebelde, que no quisieron retornar al pasado y sí construir una Revolución de humides, con los humildes y para los humildes.
No bastaron 72 horas de lucha encarnizada para aplastar al imperio revuelto y brutal que pretendía regresar a la esclavitud.
Cuba rompió el mito en una América sufrida y explotada. Era la primera derrota en arenas de Playa Girón dentro del hemisferio de una potencia lacaya, que pretendía apagar el sol y extinguir el hombre, pero aún no ha podido doblegarnos.
Fue ese 19 de abril cuando decidimos ser los legítimos dueños para afianzar por siempre que esta Revolución es indestructible con la fuerza de la razón y de las ideas.
A 62 años de la Victoria sobre la invasión mercenaria en Playa Girón, Cuba abraza la historia. Una nueva legislatura en sesión constitutiva reafirma el compromiso de trabajar de representar los intereses del pueblo.
Se constituye hoy un Parlamento que conoce de la aspereza del camino, de la hostilidad de quien ataca, y de la esperanza en el destino, un Parlamento diverso, que sabrá honrar la Revolución llevándola más lejos y colocándola tan alta como lo hicieron los combatientes en Playa Girón.
