Celia Sánchez, la primera mujer del Ejército Rebelde

Celia Sánchez Manduley

A Celia Sánchez Manduley aún se le recuerda como la primera mujer del Ejército Rebelde, como la heroína extraordinaria de los combates clandestinos, como la flor más perfumada de la Revolución cubana.

Y es que esta mujer de pueblo es la imagen de lo justo, cuyo último adiós el 11 de enero de 1980, deviene en memoria, orgullo e historia, también leyenda.

Pero la muerte se equivocó con Celia, porque su esencia se traduce en valores puros y sinceros, en modestia y fidelidad, en amor a la Patria y a su pueblo.

Su partida como una estrella que alumbra el firmamento como símbolo perdurable, se convierte en espíritu indoblegable de probada entrega, decisión, de demostrada justicia por el bien de los hijos de su tierra.

Su quehacer pródigo resplandece por su bravura en la Sierra Maestra, en lo encubierto de sus luchas revolucionarias, en la gracia natural que tuvo para hacer de la esperanza una bondad con oportunidades colectivas.

La heroína manzanillera no se ha ido, su estela permanece intacta con cosechas fértiles de virtudes, caminos, conciencia para su pueblo, con andar de pasos firmes frente a los desafíos.

Porque Celia Sánchez Manduley, es la inspiración perpetua de poetas y escritores, de niños felices con sueños por cumplir y juventudes que aseguran la continuidad. Su hoja de servicio de sonrisa y tempestad, nunca muere porque su impronta es inapagable.