No hay quien dude que la mujer cubana es una brisa imprescindible en cada arista de la sociedad y que, donde quiera que pone su corazón, su inteligencia y sus manos nos dejará un presente casi rozando con la perfección.
Por ello no habrá calendarios que soporten una fecha para recordarlas, ni momento específico para agradecerles.
Esas cuestiones llevan el inmortal signo de la perpetuidad, pues, para ellas, cada segundo de la vida, cada escenario, será siempre insuficiente.
Si de protagonismos se trata, allí esta ella, desde su tierno rol de madres hasta en las más complicadas faenas y responsabilidades.
Los rostros cotidianos de mujer son, sin dudas, una luz que se torna vital.
La ternura se multiplica, cuando vive el rol de madre. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Mientras otros descansan, ellas velan por la vida. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
En los escenarios productivos, la mujer está presente. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Su ternura y delicadeza alimentan la producción artística. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Cuando se trata de servir a los demás, ponen su mejor empeño. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
A las jóvenes se les ve montaña adentro, en la investigación para sumar producción. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
En los nuevos actores de la economía, la mujer es protagonista. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
La ruralidad vive la dicha de la brisa de la mujer. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Desde cualquier escenario, ella es toda luz. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Tomado de Cubadebate