En Birán nació un hombre trascendental en la historia, un mortal que marcó hitos para cambiar el destino de su Patria.
Cada 13 de agosto Cuba entera venera al gigante de luz eterna, al varón insurrecto, que desde su juventud supo escoger bien el camino, ganándose el grado de Comandante para hacer el conductor principal de la obra revolucionaria.
Birán vuelve como cada 13 de agosto desde 1926 a destellar toda su lozanía y ratificar que allí la tierra es próspera y fecunda como la obra humana de su eterno Fidel.
Los frondosos cedros añorados desde su infancia, continúan siendo emblemas de rebeldía del sitio donde nació el soldado de las ideas, el asaltante al Moncada, el guía de la expedición del Granma, el jefe de las columnas guerrilleras de la Sierra Maestra.
Fidel Castro Ruz es el alumbramiento puro y fidedigno que tendió las manos a los pobres, enarboló sin fronteras el internacionalismo, sembró la dignidad, el valor y la conciencia en los hijos de la nación.
Es Fidel el caballero perfecto del siglo XX que distinguía a las mujeres, el padre o el abuelo que siempre se empeñó en trasmitir modales, el hombre honesto, transparente que siempre defendió la verdad, que nunca tuvo miedo al adversario más peligroso.
Fidel cautivó y lo hace todavía, porque fue la excepción pedagógica para explicar los desafíos al pueblo. Lo real maravilloso de su estatura moral e intelectual, lo inédito y mítico de su figura, trasciende con grandeza en las altas cumbres del decoro.
Sus virtudes de las que nunca habló por modestia, enaltecen la humildad y el sentido de justicia de un Quijote que rompió las ataduras de la miseria, la insalubridad, el analfabetismo, el desempleo, para regalarnos paz, amor, progreso.
Gracias a Fidel somos continuidad las viejas y nuevas generaciones de cubanos; somos la rebeldía indoblegable y la fuerza del bien, la mano amiga del necesitado, la forja del hombre nuevo. Somos estudio, trabajo, creación.
Beber del ejemplo del Comandante en estos tiempos difíciles, como tributo eterno a la memoria de un Padre, es el honor supremo a uno de los hombres más grande de la historia, al patriota de pensamiento profundo, que muy próximo a los 98 años de su natalicio, es y será el Héroe insuperable
