La historia del niño Frank Alejandro conmueve. Durante el presente curso escolar este adolescente de 13 años de edad del poblado de Maffo, ha sido víctima de violencia en su escuela, marcando su vida personal, estudiantil y familiar.
En la institución educativa donde le imparten conocimientos, Frank ha recibido hostigamiento reiterativos por un grupo de compañeros, padeciendo amenazas, intimidación, manipulación e incluso agresiones físicas.
El daño en la víctima, conocida como acoso escolar, es un mal de la sociedad actual, preocupante a nivel mundial, con lamentables consecuencias. Comportamientos característicos como bajo rendimiento escolar, síntomas de depresión, y baja autoestima, es visto como cosas de jóvenes, sin embargo, la complicación va más allá y requiere mayor compromiso y la participación de todos los entes involucrados.
Y acuñamos la palabra responsabilidad colectiva, porque se cree erróneamente que cuando un adolescente es víctima de maltrato o acoso,esto lo hará más fuerte, pudiendo enfrentar circunstancias más difíciles en su vida adulta y nada más alejado de la realidad.
De ahí que cuando crecen, son personas inseguras a quienes les costará poder tener una vida sana para relacionarse con otros semejantes, pues para ellos la violencia forma parte naturalmente de su comportamiento y atraen a sus vidas personas maltratadoras, que los mantienen en un círculo vicioso.
Sirva el ejemplo de Frank Alejandro, para alertar a padres de hijos víctimas de acoso escolar, porque historias como éstas van en aumento cada día, y dejando a su paso familias destruidas y una sociedad fragmentada y atada de manos ante la dura realidad. Se necesita conciencia desde el hogar y las escuelas para frenan este flagelo.
