La decisión de la Revolución por preservar la salud del pueblo con soluciones efectivas se vio demostrada en 1962 cuando diera inicio la primera campaña nacional de vacunación contra la poliomielitis en Cuba.
La poliomielitis, hasta el triunfo de la Revolución, era un mal endémico que dejaba a unos 300 menores, cada año, sufriendo de parálisis después de contraer la enfermedad. El país sufrió cinco grandes epidemias de esta enfermedad ancestral, que se calcula empezó a afectar al mundo hace más de 3000 años.
Para llevar a cabo la campaña iniciada en 1962, nuestro país tuvo que movilizar unos 100 mil miembros de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), con el propósito de que estos realizaran el censo de la población a vacunar.
Esta primera campaña tuvo como objetivo general, controlar la incidencia de la enfermedad y, como objetivo específico inmunizar con dos dosis de vacuna antipoliomielítica a más de 2 millones 500 mil niños menores de 15 años.
En el año 1965, Cuba recibió la Certificación de erradicación de la Poliomielitis por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La eliminación de esta enfermedad en Cuba, desde la primera campaña de inmunización, es considerada el resultado más relevante de la Salud Pública revolucionaria cubana en el campo de la prevención. Desapareció así el drama humano de muerte e invalidez de centenares de casos cada año, a un costo bajo, con notable repercusión social.
