A partir de materia prima importada, por primera vez se fabrican en Cuba economizadores de entrada y salida para las calderas de las termoeléctricas.
Esas producciones, diseñadas para aumentar la eficiencia energética en sistemas térmicos, serán destinadas a la Central Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, según trascendió en un reporte de la tv Cubana.
Las termoeléctricas aportan más del 60 % de la energía que consume la nación, por tanto, producir estas piezas y agregados, con tecnología japonesa, supone un elevado beneficio financiero y económico para el país. Contribuye, además, a mitigar las limitaciones tecnológicas en la generación base.
El proyecto industrial lo asumen talleres especializados de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas (EMCE), en La Habana, en los que se realizan las piezas de repuesto, a fin de montarlas en la termoeléctrica. El colectivo, inmerso en el rigor profesional que requieren los flujos de producción, fabrica 89 serpentines para garantizar el mantenimiento en la parada de febrero, dijo Tania Hernández Muñiz, jefa del taller de la EMCE.
El tránsito hacia la sostenibilidad busca conservar los recursos y reducir costos, de ahí la necesidad de fabricar este tipo de piezas y agregados, que antes se adquiría en el exterior, con grandes gastos.
En 2024, la Unión Eléctrica prevé realizar más de 30 intervenciones ligeras o parciales en bloques térmicos. Se resalta la contribución de talleres del Ministerio de Industrias, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y del Ministerio de Energía y Minas.
Tomado de Cubadebate
