La Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) tuvo lugar entre el 28 y el 29 de enero de 2014 en el Palacio de Convenciones de La Habana en la que participaron los 33 países miembros.
Entre los temas principales debatidos en esta Cumbre estuvieron la declaración de la región como zona de paz y libre de armas nucleares, el apoyo a Argentina en su lucha por la recuperación de las islas Malvinas, la lucha contra el dominio de las trasnacionales, la explotación de los recursos naturales, el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba, las políticas culturales y el terrorismo. También se abogó por la independencia de Puerto Rico y su inclusión en la Comunidad como país perteneciente a la región, además de la devolución a Cuba por parte del gobierno de los Estados Unidos del territorio, que este último ocupa de forma ilegal en la isla.
En esa cumbre se hizo la proclama de América Latina y el Caribe como zona de Paz ratificando así el compromiso de sus países con los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, y conscientes de que la prosperidad y estabilidad de la región contribuyen a la paz y seguridad internacionales, reiterando, además el compromiso de que las diferencias entre las naciones se resuelvan de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación u otras formas de solución, y en plena consonancia con el Derecho Internacional y de respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones.
Hoy 21 de septiembre cuando se celebra en todo el mundo, el Día Internacional de la Paz se hace más firme esta proclama, teniendo presente las declaraciones de Antonio Guterres, secretario General de las Naciones Unidas quien expresó: “la paz es más necesaria que nunca. La guerra y los conflictos están provocando devastación, pobreza y hambre y desplazando a decenas de millones de personas de sus hogares. El caos climático afecta a todo el planeta e incluso los países en los que reina la paz se ven sacudidos por enormes desigualdades y polarización política”.