Benny Moré, símbolo perdurable de la música cubana

Benny Moré simbolo de la música cubana

El Benny ya no está pero su música es leyenda, es símbolo del pentagrama nacional de su época y del tiempo por venir, es talento sobrado que desde muy joven decidió apostar por una mejor suerte.

Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez es de esos hombres que con una guitarra en ristre, lleno de voluntad y fe indeclinable llegó a La Habana para triunfar en la música, para que Virginia, su madre no tuviera que lavar y planchar más.

En la capital nadie le conocía, pero su calidad interpretativa en un bar citadino, hizo posible incorporarse al Trío Matamoros.

Aquel guajirito mestizo, alegre y virtuoso, escogió bien el itinerario, pues México le abrió puertas convirtiéndose en cantante principal de reconocidas orquestas para adoptar el nombre artístico de Benny Moré.

De regreso a Cuba, a inicios de los años 50, crea su Banda Gigante, alcanzando enorme popularidad. El autor de ¡Oh vida!, Conocí la paz, Santa Isabel de las Lajas, Dolor y perdón y otras composiciones evidenciaban el sello auténtico de su timbre melódico.

El “Bárbaro del ritmo” no estudió música ni conocía el lenguaje del pentagrama, pero intuitivamente sabía muy bien lo que quería articular en cada orquestación.

Con su sombrero alón, el inseparable bastón utilizado como batuta a la hora de guiar la agrupación, improvisaba estrofas en géneros musicales diversos.

La singularidad musical del Benny resplandeció ayer y continuará resplandeciendo siempre cual valiosa joya de la cultura nacional.

Considerado el cantante más completo de la música bailable cubana de todos los tiempos, es este genio muy criollo, no exento de imperfecciones, pero sí un cubano único, de propiedad y dotes musicales.


Moraima Zulueta Gómez

Acerca de Moraima Zulueta Gómez

Periodista de Radio Grito de Baire

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