Pensar y descubrir desde las historias nuestro complejo entramado social, es la principal misión de cientos de hombres y mujeres agrupados en una organización gremial que se distingue por su capacidad para el pensamiento colectivo y construir consensos.
Es la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), la institución de gran valía con muchos retos, algunos empolvados y hasta olvidados por el paso del tiempo, y otros que exigen premura y coherencia.
A la UPEC de hoy le corresponde sobreponerse a una realidad cambiante y convulsa, para encabezar con sentido de responsabilidad la lucha simbólica, cultural y contrahegemónica que cargan las instituciones.
Conectar con una nación que todos aspiramos, es el desafío constante tras la senda de un mejor periodismo para un pueblo al que le urge verse reflejado y que demanda de rigurosidad y transparencia.
En la audacia está la principal herramienta de la Prensa Cubana en busca de un periodismo nuevo. Hoy nos debemos muchas respuestas para inquietantes preguntas, pero 61 años después de aquel 15 de julio de 1963 con la Revolución en el poder y nosotros con ella, lo que no puede cambiar es la energía, el arresto y la esperanza de una UPEC mejor.
Retomar las ideas de Fidel debe ser punto de partida, quien consideró siempre que: “el error es preferible al silencio en la Revolución y que la mudez, el vacío de nuestras posturas, el triunfalismo paralizante y desmovilizador o la propaganda vacía, sin conexión con la complejidad de la vida real, es el mejor regalo que podemos hacerle hoy a la narrativa neocolonizadora contra Cuba”.
Valen estos 61 años para felicitar a los iniciadores y continuadores, para mantener en el laboratorio transformador de cada día, a los de ayer y los de hoy, como garantía de un periodismo apegado al pueblo y que sea parte importante y creativa en el proyecto del país que estamos construyendo.