Ante la certeza que los hombres no pueden dar a luz, la vida les impone desafíos y el de ser padre y hacerlo bien es uno muy grande.
¿Y que significa ser buen padre?, me pregunto yo. ¿Existe algún documento que dictamine las reglas a seguir para ser un buen papá? Más allá de manutenciones, aportes alimentarios al balance nutricional de los hijos o participación en las reuniones de padres… ¿Cómo puede un padre sentir que está haciendo bien su papel y cuánto puede un hijo sentirse orgulloso de él?
Un buen progenitor, es el que permanece todo el tiempo al lado de su pequeño, es el que prepara la comida y lleva la leche a la cuna antes de acostarse cada noche, es el que acompaña al hijo a la escuela, le forra los libros y les prepara disfraces a sus pequeños para sus actividades.
Ser un padre ejemplar, es leer cuentos en horario nocturno, responder miles de preguntas y porqués, comprarles carritos o muñecas y hasta apretarles la manito al niño cuando la enfermera lo inyecta.
Ser un papá ejemplar, es acompañar a sus hijos a las excursiones o acampadas, a un trabajo voluntario, ir al cine a ver una película de la predilección del infante y hasta diseñar una cometa grande para juntos empinar la cuerda al compás del viento.
Un padre excepcional es también aquel, que le ha tocado cargar con la etiqueta de ser
“madre” ante la ida al extranjero sin retorno para abrirse camino, o por la ausencia definitiva de la progenitora que murió por enfermedad, es dar solución o buscar alternativas ante los problemas de su retoño sin necesidad de buscarle una madrastra que lo atienda, como algunos hacen.
De ahí que este tercer domingo de junio, Cuba espera la celebración de quienes merecen ese título para el que no bastan los genes ni apellidos, para el que no alcanzan 24 horas de dedicatorias, abrazos, reencuentros, llamadas, homenajes.
Para este 16 de junio, el cariño devuelto a los padres que han hecho un buen desempeño, para disfrutar a plenitud la felicidad de quienes maduraron viendo crecer a sus hijos satisfechos de tanta entrega, para esos hombres de bien que han hecho de la paternidad amor, responsabilidad, consejo y sabias lecciones.