Como hombre de pueblo con alma de deportista Fidel estuvo en todo momento cercano a sus atletas, fue el artífice que defendió el deporte en cada rincón de un pequeño país, que progresivamente se hizo gigante con grandes campeones.
Fidel es de esos hombres de presencia imborrable, a quien el movimiento atlético le agradece sus triunfos. Su impronta está grabada en cada medalla conquistada, en cada exponente de la talla de Alberto Juantorena, Félix Savón, Teófilo Stevenson, Ana Fidelia Quirot, Javier Sotomayor, Mijaín Lopez.
Hablar de glorias deportivas en Cuba es decir Fidel, es reconocer frutos de una Revolución que vió nacer el Instituto Nacional de Deportes, Educación física y Recreación, que edificó una industria deportiva para darle belleza y color a sus atletas, que formó médicos deportistas para cuidar por la salud de sus hombres y mujeres.
Fidel es el inspirador del universo de niños, jóvenes, adultos y ancianos que a través de las buenas prácticas fortalecen sus músculos, es el ejemplo de desarrollar capacidades deportivas con fines competitivos, es el reconocimiento mayor del protagonismo de los hijos más humildes de la Patria, es la obra inteligente para demostrar que pese el bloqueo somos dignos en disciplinas diversas del escenario internacional.
Gracias a Fidel, el deporte en Cuba se traduce en una actividad que alienta, entretiene, entusiasma, hace feliz al pueblo; el deporte en la Isla es la prevención de salud y su ejercicio actúa como transformador del pensamiento.
Fidel es de esos inmortales que no sólo jugó fútbol, baloncesto, pelota, ajedrez; sino que amó el deporte como un derecho del pueblo, aportando instituciones que prestigian el desarrollo olímpico de la nación.
Fidel es ícono para muchos deportistas porque les brindó el mejor de los modelos, defendiendo con valor y orgullo la bandera de la Patria; es de esos líderes que le cabe todo el oro en su pecho porque sigue siendo luz alentando a sus atletas para lucir bien en cada jugada; porque el Deporte cubano sigue teniendo un gran campeón: Fidel.
