La producción de alimentos es prioritaria en los esfuerzos para recuperar la economía nacional. Convertir en norma las experiencias excepcionales en este campo, forma parte de la estrategia para dinamizar el incremento sostenido de los volúmenes de alimentos destinados al pueblo.
¿Por qué en la finca El Alcázar se puede mantener el ritmo productivo de aves rústicas de corral y en otras formas productivas esto solo es un sueño?
¿Por qué este módulo pecuario en la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Mantonia está consolidado desde hace años y en otras formas campesinas solo existe croquis de estos proyectos de auto abastecimiento?
¿Cómo es posible que una finca del programa de arroz popular liderado por una mujer, ande por los caminos del crecimiento constante y otros productores en similares condiciones no salgan de los primeros pasos?
La experiencia en Contramaestre ha demostrado que se trata de liderazgo, emprendimiento y acompañamiento.
Nadie que avanza en un terreno de tantas exigencias y carencias como el agropecuario, triunfa solo con el deseo y la voluntad, se necesita de recursos mínimos, creatividad y la atención de las autoridades competentes.
En El Alcázar, La Maravillosa y la Mantonia en Contramaestre, abundan las iniciativas, el uso de la ciencia y la técnica, la introducción de alternativas agroecológicas. Jay un fuerte liderazgo de los jefes al frente de la tarea y suelen estar acompañador de las autoridades locales.
Esa es la fórmula para convertir en norma las experiencias excepcionales, para hacer sostenible la estrategia de soberanía alimentaria que se ha propuesto la nación.