Celia Sánchez, heroísmo y fortaleza de mujer

Celia Sánchez Manduley

El 9 de mayo de 1920, el pueblo de Medialuna le dio bienvenida al mundo a Celia Sánchez Manduley, quien sería una de las mujeres cubanas más destacadas y queridas de todos los tiempos. De ella se dice que fue heroína de la sierra y el llano, distinción muy acertada para hablar de su obra revolucionaria.

Celia vivió los tiempos de Fidel, de aquella juventud inconforme que se lanzó a la lucha armada en pos de la soberanía de Cuba. Desde el principio, su participación en esta gesta tuvo un papel decisivo.

Sus pies se movieron cuesta arriba por la mayor elevación del país, el PicoTarquino, para colocar en la cima un busto de José Martí tallado por manos de mujer. Esos fueron los primeros pasos de su vocación revolucionaria.

En 1956, año decisivo para Cuba, Celia se dedicó a preparar el terreno para el desembarco del Yate Granma, hecho que marcaría el inicio de una nueva etapa de lucha para la mayor de las Antillas. Su tarea estaba en reclutar campesinos, que apoyaran a las expedicionarios en su camino hacia las montañas de la Sierra Maestra.

Su desempeño en el Movimiento 26 de Julio, permitió la comunicación de la clandestinidad en las ciudades con la guerrilla de la Sierra. Trasladó alimentos, armas y municiones, a expensas de su propia vida en los peligrosos recorridos.

En el combate directo también estuvo presente, al unirse en 1957 al Ejército Rebelde. Tomó las armas en El Uvero, y su ejemplo se multiplicó en las mujeres cubanas, hasta el grado de constituir el Pelotón Femenino Mariana Grajales, un año más tarde.

Otra parte importante de sus esfuerzos se centró en conservar la documentación, archivos y apuntes de la Comandancia General en la Sierra Maestra. Gracias a esto, se conocen hoy disímiles detalles de la vida de los rebeldes en las montañas y se cuenta con información valiosa sobre el desarrollo de la guerra.

Ya en medio del triunfo revolucionario, asumió importantes responsabilidades como secretaria de la presidencia y luego como miembro del Partido Comunista de Cuba.

A Celia Sánchez Manduley, se le recuerda como la más autóctona flor de la Revolución. Su vida fue el perfecto equilibrio de la delicadeza y el arrojo. En sus huellas, las féminas cubanas de hoy encuentran ejemplo e inspiración. Celia, un nombre que siempre evocará heroísmo y fortaleza de mujer.

Escrito por estudiante de Periodismo Yadila Mesa Chacón.