Aprender a leer el sentimiento que habita entre números, es la misión de hombres y mujeres agrupados en un sistema estadístico, de seres humanos habituados a recoger datos y transformarlos en números.
Celosos por los símbolos numéricos, discretos en sus publicaciones, y la mayoría de las veces, anónimos en los análisis, es esta fuerza que tiene por vocación exigir la aplicación de la política estatal en materia de estadística e información.
El país precisa de la tarea de estos trabajadores estadísticos, quienes siempre cuentan y se les rinde homenaje cada 6 de septiembre, gracias al Primer Censo de Población y Vivienda en años de Revolución. Encuestas a la población para saber sobre ocupación, género, envejecimiento, migraciones, situación económica en los hogares, y captación de datos demográficos, constituyen soportes para la alerta y la academia.
El gremio, enamorado de la información económica, social, medioambiental, de producción y servicios, así como poblacional, facilita evaluar las políticas públicas y la toma de decisiones para la alta dirección del país.
En el día que honra la investigación estadística más completa e importante para Cuba, José Martí revive el homenaje, la admiración y el respeto imperecedero a esos hombres y mujeres; eleva la actitud de los mortales al servicio de la nación.
“Porque la estadística en Cuba ha de ir de modo que parezca novela y deje al lector cautivado y convencido de su poder”, sentenció el Apóstol José Martí.