El siete de junio se celebra el día de los bibliotecarios cubanos, esos guardianes del patrimonio literario de la nación que, en esta fecha, cada año, rinden homenaje al nacimiento de Antonio Bachiller y Morales, considerado el padre de la bibliografía cubana.
Un bibliotecario es la persona que en una biblioteca o centro de documentación organiza la información, ayuda e instruye a las personas para identificar y acceder a las informaciones que necesiten. La función social del bibliotecario está vinculada a la promoción del saber, la cultura y la literatura.
En Contramaestre, existen tres bibliotecas públicas: la Moisés Popa de Baire, Tomás Rodríguez Castro de América y la municipal Luz Bertha Sánchez, pertenecientes al sector de cultura. También cada centro educativo de este municipio tiene una biblioteca escolar.
“El trabajo del bibliotecario es muy importante. Un bibliotecario que realiza bien su labor logra que los estudiantes y usuarios se interesen por la lectura. Nosotros debemos ser el personal más preparado en un centro de educación para poder guiar al estudiante y al usuario a que se interese por alguna materia en específico. Si tuviera que volver a escoger la profesión que voy a ejercer sería bibliotecaria otra vez. Muy satisfecha”
Así asegura Maggi Lida Domínguez Hidalgo, graduada de Bibliotecología y Técnicas Documentarias que se desempeña actualmente como responsable del Centro de Documentación e Información Pedagógica (CDIP). Ubicado en la avenida Camilo Cienfuegos #76, frente a la ESBU Pepito Tey de Contramaestre.
Sobre los servicios que brindan las cinco bibliotecarias que allí laboran continúa diciendo Lida.
“Prestamos servicios de préstamo en sala, circulantes, referencias, restauración de documentos. Tenemos una amplia colección de Bohemia. Además contamos con otras bibliografías. Tenemos un fondo muy amplio y recibimos donaciones de muchos usuarios que nos visitan. Tenemos convenio de trabajo con la Universidad de Oriente , con el palacio de pioneros, con la Pepito Tey, con el preuniversitario y con todo el que quiera interactuar con nosotros. Con la biblioteca pública también tenemos muy buenas relaciones. Estamos abiertos para todo tipo de público de la comunidad, ya sean profesores o no. Estamos abiertos de ocho a cuatro de la tarde de lunes a viernes y los sábados de ocho a doce del día.”
Los bibliotecarios cubanos suman a su tradicional trabajo una amplia labor de extensión cultural. Ellos llegan con el libro y la literatura a escuelas, barrios, centros penitenciarios, entre otros espacios. Las bibliotecas públicas cubanas acogen también talleres literarios, organizan círculos de lectura en las escuelas y diversas tertulias sobre el libro y su autor.
“Una labor maravillosa, prestarle servicio a los estudiantes universitarios para poderse graduar, a tenerle amor a los libros, a enseñarlos con el trabajo del bibliotecario, crear círculos de interés, concursos, promocionar los libros porque nunca es tarde para leer un libro”, afirma Yanisleidis Flores Miranda, otra de las bibliotecarias que laboran en el CDIP de Contramaestre con veintidós años de experiencia.
“Me encanta brindarle un servicio excelente al usuario. Los libros son una incomparable magia portátil. Si no te gusta leer, no has encontrado el libro correcto. Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma.”
En este centro laboran además otras bibliotecarias: Iliana María Lorente Bringuez, Haydee de La Huerta Hernández y Yanisleys Rosabal Mojena. Llegue a ellas, a Solbei Núñez, a Yoania, a Esperanza Zaldívar a Tahimí Mendoza, Daivis Vázquez, Nely Campin Crespo y a todos los bibliotecarios de Contramaestre y de Cuba, la felicitación y el reconocimiento de los usuarios que necesitan de sus servicios.