Veterinarios, amantes del reino animal

Día del veterinario, quienes velan por la salud animal

Estos hombres y mujeres no practican la medicina humana, pero hacen pura ciencia, tocan corazones y salvan vidas con la misma profesionalidad. Ser veterinario es entender el lenguaje corporal de los animales. Ellos son héroes y heroínas en defensa del bienestar animal.

Dar amor a cambio de gruñidos, es su principal misión con guantes y batas médicas puestas. Sin excepción sostienen patas y curan llagas, batallan contra mortales enfermedades a cambio de una mordida. Ser veterinario es acreditar la inmortalidad de la naturaleza y querer preservarla, es oír los maullidos, mugidos, relinchos, cacareos y ladridos e interpretarlos.

Identificarse con esta vocación es gustar de la tierra mojada, del campo, del monte, de los espacios abiertos, de la luna, de la lluvia, es no importar si los animales piensan, pero sí entender que sufren.

Amar la veterinaria es aproximarse a los instintos, es perder los miedos, es ganar amigos que casi nunca te decepcionan, es detestar encierros y jaulas, es hacer uso de un tiempo apreciando rebaños, tropillas y vuelos de pájaros.

Escoger la ciencia animal es saber descifrar meneos de colas, arañazos cariñosos y mordiscos de afecto, es ser capaz de entender ojos tristes, orejas caídas, inquietudes o reposos anormales.

Ser veterinario es reconocer gestos y actitudes de dolor para aliviarlos, es tener el coraje de penetrar en un mundo diferente y ser igual. Ser veterinario es participar diariamente del milagro de la vida, para proteger con enseñanzas profundas el reino animal.


Moraima Zulueta Gómez

Acerca de Moraima Zulueta Gómez

Periodista de Radio Grito de Baire

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