Ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, quien desenfrenadamente arremete contra Cuba con medidas coercitivas en el escenario económico, la convicción para el pueblo cubano es manifiesta por diferentes voces que aman y fundan la Patria.
Porque el mandatario reelecto de la Administración norteamericana ha decidido una vez más, demostrar la agresividad del imperialismo para socavar la soberanía, la paz y el bienestar de la población cubana.
La inclusión de Cuba nuevamente en la lista arbitraria de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, es la evidencia marcada de desprecio absoluto por la verdad.
Claro está que la decisión no sorprende, porque conocemos de la falta de eticidad y legitimidad de una presidencia preñada de odio, ambición, hostilidad, racismo, rencor y desprecio, la que en su primer día de mandato firmó 41 órdenes ejecutivas.
Retirar a Estados Unidos del acuerdo de París y de la Organización Mundial de la Salud, el indulto a condenados del asalto al Capitolio, renombrar el Golfo de México como Golfo de América forman parte de las “pretensiones legales” del señor Trump.
Su codicia manifiesta abarca también la conquista de Canadá, la usurpación de Groenlandia y el despojo de los a los panameños de su canal. Sin embargo, todo indica que el tema Cuba, sigue siendo la obsesión con ferocidad de Trump, con el objetivo cruel y despiadado de asfixiarnos, irrespetando nuestros propios derechos.
Sin dudas, la intención de agresión a Cuba del desequilibrado mandatario, nos impide avanzar como quisiéramos, fundamentalmente, en nuestra economía, el nivel de vida, y en las potencialidades de desarrollo del país, limitando los sueños de prosperidad de hombres y mujeres de la Isla.
Ante esa realidad imperialista, Cuba tiene bien definido su itinerario socialista, trazado en la recuperación económica, difícil pero no imposible; hacer crecer la solidaridad, la creatividad e incrementar el espíritu de trabajo, sin permitir la injerencia extranjera y mucho menos la de Donald Trump.
Para los cubanos no existe el engaño, pues determinación y fuerza de voluntad sobran en las almas del país, las que reafirman una vez más que Cuba VENCERÁ.
Cuba vencerá!
