Baire, ¿en modo verano?

Modo verano en el pueblo de Baire y Contramaestre

Es verano y Cuba lo sabe. En las escuelas se vive un receso momentáneo y las temperaturas se elevan con cada día que pasa. El calor del trópico nos impone una necesidad de descanso y una actitud más relajada de lo habitual.

En el pueblo de Baire también se percibe el inconfundible paso de los meses veraniegos, pero no con todo el ambiente que se espera de ellos. ¿Acaso no hemos encendido el modo verano del que tanto se habla en todos los espacios? La respuesta pasa por un sinfín de condicionantes.

Lo primero que salta a la vista es la situación económica actual del país. En medio de tantas carencias es poco lo que pueden hacer las familias bairenses de manera individual por su esparcimiento, especialmente al no tener un río cercano para darse un chapuzón en las tardes, que se han vuelto desesperantes por el calor. Y ni mencionar los viajes a playas y campismos, que a pesar de los esfuerzos colectivos no siempre se materializan por sus altísimos costos y la poca disponibilidad de transporte. Esta es una pérdida significativa, ya que en el imaginario cubano, la visita al mar o ríos durante la etapa estival es prácticamente un ritual.

Ante la imposibilidad de viajar, la población espera las actividades recreativas en la comunidad, tradicionalmente a cargo del INDER y las instituciones culturales. Estos han llenado sus cronogramas para julio y agosto con encuentros deportivos, juegos de participación, talleres literarios, musicales, de teatro y artes plásticas en la casa de Cultura Zoila Rosa García Arias y en comunidades, destinados a los niños y adolescentes. Pero lo planificado resulta a veces insuficiente, pues las opciones solo alcanzan el casco histórico del poblado, mientras que a los barrios más lejanos, los combinados deportivos y los instructores de arte llegan en menor medida.

Es entonces cuando entra en el escenario estival, la televisión como alternativa para entretenerse, también con la limitante de que la mayoría de las veces no se encuentran espacios de agrado, o la ausencia del fluido eléctrico no permite disfrutarlos. Porque sí, la crisis energética también lacera el modo verano 2024 en la máxima expresión de la vida cotidiana.

Los jóvenes, aunque tienen opciones literarias y musicales en diferentes días de la semana en la casa de la cultura, prefieren no asistir; solo los musicales sabatinos nocturnos en el parque central de Baire logran agrupar una cantidad considerable de estos, sin mencionar el inconveniente que suponen los apagones en este horario. En el sector privado, que generalmente cobra protagonismo actual en todo, no abundan las ofertas de bares o discotecas, por lo que muchos bairenses se trasladan hasta la cabecera municipal en busca de lo que no encuentran en su territorio

Para los adultos el panorama es aún más complejo. Las propuestas para este sector etario tienen similitud a las de los adolescentes y jóvenes, pero no se explotan en su totalidad debido a gustos y el difícil día a día de las familias enfrentándose a las carencias y la proliferación en estos meses de enfermedades endémicas. De esta forma, se relega a un segundo plano un posible disfrute veraniego y queda como prioridad el cuidado y atención del hogar. En el caso de los adultos mayores, la casa de abuelos se ha convertido en epicentro de su esparcimiento, pues gran parte de las actividades culturales y deportivas que se les ofrecen se desarrollan allí. 

El análisis hecho apunta que en este verano 2024 en Baire, sí existen actividades planificadas para el esparcimiento y la diversión, tanto culturales como deportivas, pero no llegan a cubrir las preferencias y posibilidades de los diferentes grupos de edades, además de la falta de recursos, que limita su expansión hacia las zonas más alejadas del centro del poblado.

Las adversidades económicas, energéticas e incluso epidemiológicas, han contribuido a que el “modo verano” sea más un eslogan que una experiencia real. Queda reconocer el esfuerzo de las instituciones por crear un ambiente ameno en la etapa y la voluntad individual de  con medios personales  garantizar al menos el mínimo bienestar, que de un matiz diferente a tan esperada temporada.

Escrito por Yadila Mesa Chacón, estudinate de Periodismo.