Tienen los maestros cubanos la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones que le preceden más de 60 años de Revolución con una educación gratuita y con probados resultados a nivel mundial.
Merecen los maestros cubanos todo el apoyo que podamos brindarle pues para nadie es un secreto que cada día se enfrentan a una difícil profesión en condiciones aún más complejas.
El maestro cubano siente la presión constante de un bloqueo imperialista que lacera las posibilidades de alcanzar el éxito, cada jornada es un nuevo reto que enfrentan y generalmente al término alcanzan la merecida victoria.
El maestro cubano jamás deja de prepararse y lo hace bajo carencias extremas, faltan los lápices, los lapiceros, libretas, documentos metodológicos y otros útiles necesarios, aún así la educación continúa.
Tienen sus problemas personales y los olvidan al llegar a las escuelas, guardan los de casa, los de sus hijos y la educación continúa.
Horas de desvelo, preparación continua, búsqueda incesante, iniciativas creadoras, confección de medios de enseñanza con mínimos recursos…marcan el día a día de los educadores cubanos. Este nuevo curso para ellos se traduce en reto pero tienen los padres y a la Revolución, la seguridad y la confianza de que ellos son dignos de su tiempo y dueños de su presente y futuro en una Cuba socialista que reconoce sus esfuerzos.
