La región occidental de Cuba enfrenta hoy un panorama complejo, tras el paso del huracán Ian que se ensañó con fuerza para golpear la economía nacional. La unidad será vital para revitalizar el área.
Esa circunstancia apremiante moviliza a la recuperación, fundamentalmente en Pinar del Río, la provincia más destrozada en su infraestructura económica-social.
En ese territorio, el tabaco, el fondo habitacional, extensivos cultivos y los servicios de agua y electricidad recibieron la furia desmedida del evento hidrometeorológico para mostrar una imagen de suelo patrio devastado.
El escenario de preocupación y ocupación para la máxima dirección del país, se revierte en una palpable recuperación, donde brazos y esfuerzos hacen de la rudeza de los tiempos, un símbolo gigante de unidad y solidaridad en función de resarcir todo lo dañado y perdido.
La unidad contra la adversidad
Ante tal adversidad, que se suma a otros episodios causados por eventos naturales, lamentables accidentes y el empeño del bloqueo norteamericano contra Cuba, no hay otra salida que continuar la conducción legada por Fidel para seguir siendo dueños de nuestro destino.
La persecución obsesiva de las mayor potencia del mundo con respecto a la Isla, demuestra el odio cruel del gobierno de los Estados Unidos hacia un país que a fuerza de inteligencia, trabajo, valor y coraje, se ha crecido por sí sólo.
De enemigos así, por más de 60 años, nadie escapa sino blindando la unidad del pueblo. Resistir tiene un alto costo, pero ceder a su chantaje sería imperdonable y vergonzoso, y convertirnos en sus siervos jamás.
Por tanto restaurar los daños del huracán Ian no será fácil ni rápida en el tiempo; de ahí que tengamos que trabajar por sí mismos para sanar las heridas y aliviar dolores.
Si hay unidad, la solidaridad no fracasa como tampoco la dignidad. A mantenernos inquebrantablemente juntos, ser comprensivos y más participativos en la solución del problema, debe ser el desafío a enfrentar.
Ante la realidad de estos tiempos adversos, no puede faltarnos la sensibilidad, la disposición de ayudar, el empuje de hermandad sin esperar lo que no existe.
Se trata de recuperar lo perdido, de superar lo que hemos defendido siempre y ello se logra con UNIDAD.
