Una fecha para devolver amor 

Día de las madres

Se dice del amor materno que es compasivo, consentidor, que brinda esperanzas. Se habla también de un instinto especial que anticipa el peligro y que protege a pesar del dolor propio. Así se han ganado las madres su sitio entre los seres más afectuosos de la tierra; para referirse a ellas, la palabra sacrificio   siempre asoma.

Imprescindible es su guía en los primeros pasos, sus brazos que se extienden para dar consuelo, su mano amiga que corrige y enseña. Por las madres conocimos el valor de un “gracias” y un “por favor”; ellas nos hablaron de constancia y de respeto por quienes nos rodean.

Cada una lleva en sus ojos las noches de desvelo; en sus pies, la prisa de una vida agitada. Pero llevan también una sonrisa, un reflejo de paz. Hay virtud en sus manos y aplomo en su andar.

En Cuba se escogió el segundo domingo del mes de mayo para reconocer el rol de “mamá” en las dinámicas familiares. Este día de homenaje se ha convertido ya en una tradición, que incluye regalos y felicitaciones.

En verdad, 24 horas no son suficientes para recompensar toda una vida de abnegación, pero permiten, al menos, expresar gratitud a quien ofrece ternura. Celebrar a mamá es como celebrar la vida. Su obra es digna del reconocimiento de toda la familia.

Las madres de hoy tienen ante sí todos los retos de la cotidianidad, pero beben de los ejemplos del pasado, de mujeres que hicieron historia por la firmeza de su carácter. Su impronta se suma a esta celebración anual, y nos permite enorgullecernos de las madres cubanas de ayer y siempre. 

En la espera de este día, Cuba les abraza y les honra, pues se han ganado con creces, esa fecha de mayo que escogimos para devolverles amor.

Escrito por estudiante de Periodismo Yadila Mesa Chacón.