La actividad comercial y de servicios es de las más afectadas por la actual crisis en la economía cubana. El no acceso a fuentes estables de suministros ha impactado en los tradicionales estándares de calidad y ofertas de las instalaciones. Sus colectivos se han visto forzados, en medio de un perfeccionamiento de sus mecanismos económicos, a adaptarse a las nuevas condiciones mientras intentan rescatar niveles productivos y de calidad.
El proceso de perfeccionamiento del comercio y la gastronomía no ha conseguido los resultados esperados, en un sector que se encuentra ante las consecuencias de una crisis inflacionaria y la consecuente depresión de la cadena de suministros.
Elementos de carácter material y humano han atentado con los propósitos de la estrategia de actualización, sin embargo colectivos como los del restaurante “El Trópico” del municipio Contramaestre no abandonan la idea original de prestar un buen servicio a pesar de las dificultades.
El trópico suele ser sede de importantes eventos de Contramaestre, desde una peña del danzón, un festival de música, hasta la celebración del aniversario de una entidad del municipio. Y todos ello sin perder la perspectiva de introducir nuevas formas de gestión.
El colectivo de El Trópico no se rinde ni abandona la idea de rescatar la venta de productos emblemáticos como el café en una instalación especializada para ello. Ampliarse, diversificarse, avanzar en la calidad, de eso se trata en el tan anhelado y aun distante perfeccionamiento del comercio y la gastronomía.