La sangre y sus derivados son requeridos en diversos procedimientos médicos, ya sea en cirugías o tratamientos contra ciertas enfermedades. En este sentido, las donaciones de sangre tienen un papel fundamental, pues garantizan el acceso de los pacientes a un recurso imprescindible para su salud.
Cada 14 de junio se celebra en todo el mundo el Día del donante voluntario de sangre, con el fin de reconocer a todos los que extienden su brazo en beneficio de los necesitados.
En Cuba, las donaciones se promueven, principalmente, a través del trabajo en conjunto del Programa Nacional de Sangre y los Comité de Defensa de la Revolución.
En el municipio de Contramaestre, varios hombres y mujeres se suman a la tarea de contribuir al bienestar físico y la salud de muchos:
“Para el cubano es un alto honor, la tarea más humana y más altruista que cumple la Revolución. Se necesita la incorporación de los jóvenes”.
“Yo he realizado ya unas 82 donaciones. Pienso que es un gesto muy humanitario, porque así estoy salvando muchas vidas; cada gota de sangre que dono es una vida que salvo”.
“Mis hijos empiezan ahora a sumarse en la donación de sangre, lo que me hace sentir contenta y agradecida. Quisiera poder dar aún más, para ayudar a los pacientes que tanto lo necesitan”.
Las donaciones voluntarias de sangre constituyen un acto de humanismo y solidaridad; son una manera de contribuir a la salud y bienestar de miles de personas, y en numerosos casos, de salvar vidas. Incentivar esta práctica altruista en nuestro país, supone un paso de avance en beneficio de quienes lo requieran.
Por Milagros Urbina Chávez y Yadila Mesa Chacón
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