El 13 de marzo de 1957, nuevamente la juventud cubana se convirtió en protagonista de la historia de la nación. La tiranía de Fulgencio Batista había sumido a Cuba en un sinfín de problemas sociales y carencias económicas; la situación política era muy tensa por aquellos días, y para los que se pronunciaban en contra, la represión estaba asegurada.
Pero esto no detuvo a un grupo de jóvenes del Directorio Revolucionario, brazo armado de la FEU, bajo el liderazgo de José Antonio Echavarría. Sus ideales de justicia ya se habían convertido en convicción, y en nombre de esa justicia decidieron asaltar el palacio presidencial. El objetivo era poner fin al régimen dando muerte a su represente, además de incentivar la movilización nacional. Para esto, era necesario dar aviso a la población en tiempo real, por lo que se acordó también la toma de Radio Reloj.
Las acciones tuvieron lugar en horas de la tarde. El combate en el palacio presidencial fue sangriento, pero aún así unos 50 jóvenes lograron llegar hasta el segundo piso del recinto, donde se encontraba Batista. Para su sorpresa, la oficina presidencial contaba con una escalera de emergencia que le permitió escapar.
Mientras, en la cabina de transmisión de Radio Reloj José Antonio Echavarría informaba al pueblo sobre lo acontecido. En su discurso expresaba: ¡Pueblo de Cuba! En estos momentos acaba de ser ajusticiado revolucionariamente el dictador Fulgencio Batista. En su propia madriguera del Palacio Presidencial, el pueblo de Cuba ha ido a ajustarle cuenta”.
Las acciones del 13 de marzo de 1957, aunque no cumplieron sus objetivos, pusieron en evidencia la disposición combativa de los cubanos. Hoy, 68 años más tarde, esta fecha sigue evocando el patriotismo y el arrojo que siempre han caracterizado a nuestra juventud.
Escrito por estudiante de Periodismo Yadila Mesa Chacón