Al romper la madrugada de aquel 5 de septiembre, se escuchó en Cienfuegos el grito de los hombres intentando poner nombre al sol de la mañana.
Era el levantamiento popular armado contra la dictadura de Fulgencio Batista; era la insurrección organizada por el Movimiento 26 de Julio, que sumó militares de la Marina de guerra, del ejército en el poder, que secundó de manera valiente la rebeldía armada.
Jóvenes patriotas y marineros protagonizaron la epopeya de la ciudad, delante de la vida; los hombres de septiembre que marcharon con la suerte del ansia reprimida.
Era el deseo de almas intrépidas para enfrentar y camino la libertad. derrocar a la dictadura del gobierno de turno, con deseos de paz y libertad anheladas.
Audacia y heroísmo fue demostrada aquel 5 de septiembre de 1957 en la ciudad de Cienfuegos que fue libre durante casi 24 horas, mas no pudo abrazar la victoria.
La resistencia fue heroica pero imposible de transformar en triunfo ante la superioridad militar. Sangre numerosa marcaba la valentía de la Perla del sur, y a su pueblo, marcaba la necesaria herida para legarnos la obra presente.
A 67 años de aquella madrugada simbólica se recuerdan los hombres del 5 de septiembre, del histórico Cienfuegos, devenido hoy en terruño más fuerte, nacido en rebeldía, eternizando ese día.