¡Mujeres federadas de la nación! Hoy admiro tu grandeza sin límites, porque tu protagonismo aquilatado trasciende compromisos, sueños, esperanzas.
Decir mujer federada en Cuba, es reconocer un alma de guerrera, invencible, sin descanso, es admirar a las féminas creadoras en diversos escenarios, es encontrar proezas cotidianas.
Desde la manigua, la clandestinidad, las luchas rebelde en la Sierra, desde la Cuba de hoy, las federadas cubanas devienen en inspiración de constantes batallas, de fuerza imperecedera por nuevas victorias.
Es en esa organización que agrupa mujeres de toda la Isla, donde está la virtud, el ejemplo, donde se enriquece la cotidianidad para seguir desafiando destinos.
Con la obra de la creación femenina, el surco reverdece para aportar buenas cosechas, los hospitales buscan alternativas para salvar una vida y las fábricas emprenden inventivas para enfrentar el bloqueo.
Con la disposición de las mujeres federadas de nuestra Cuba, los laboratorios monitorean la efectividad de tratamientos médicos, al tiempo que investigan y experimentan haciendo uso de buenas prácticas.
Los medios de comunicación, liderados por mujeres, informan, orientan, construyen con objetividad, para instruir a los públicos diversos, para comprender mejor cómo encajamos en el mundo.
Al compás de esa instrucción, las federadas pedagogas profundizan en el aprendizaje del proceso educativo, para preparar las generaciones presentes y futuras.
La capacidad y resistencia de las federadas de la nación está aprobada en la hora más sublime de la Patria, siendo la propietaria del camino más recto que conduce al progreso, recordando a Martí cuando expresó: Mujer, eres flor para amar, estrella para mirar, coraza para resistir.