La existencia de las Mipymes en Contramaestre es un avance con el que hay que estar agradecidos. Son fuentes de empleo, satisfacen necesidades que hasta el momento no estaban cubiertas por el sistema de empresas estatales y los trabajadores por cuenta propia, incluso pueden mejorar la cultura de los servicios y el buen trato.
Los nuevos actores económicos no son beneficios a desestimar como su inserción en la Gastronomía, la producción agroindustrial, la construcción, el transporte y la recreación. Sin embargo el salto que suponen las Mipymes hace más evidente una realidad: hay mucho que aprender todavía respecto al adecuado manejo empresarial y las funciones y responsabilidades de éstas frente a sus públicos.
Por supuesto no nos referimos al conocimiento de la ley, porque sabemos que su aprobación está respaldada por horas de estudios para la declaración de impuestos, registro de la marca, constitución de la sociedad de responsabilidad limitada, entre otros requerimientos.
Hay otras lagunas. A nuestras Mipymes locales le cuesta aún la comunicación organizacional, hacen uso de malas prácticas en el servicio y lo peor, la responsabilidad social empresarial que va un poco más allá, es un asunto pendiente a resolver.
Citemos, la falta de inocuidad de los alimentos que se expenden en la céntrica calle 11 de Contramaestre, cuyo pollo y picadillo, están expuestos a la contaminación por falta de refrigeración en contraposición a las altas temperaturas del verano, es una realidad alarmante.
Y qué decir del pesaje de tan demandados productos? El paladar que impone elevados precios a sus ofertas, al tiempo que no genera empleos para los vecinos del barrio donde está enclavado el lujoso restaurante privado.
Los ejemplos incluyen además la tienda o cafetería que establece seis días de trabajo a su dependienta con hijos pequeños, tendencia que evidencia cierta desnaturalización.
De qué se trata? De asumir una actitud positiva y constante que proteja al cliente o consumidor con un producto presentable, a buen precio y correcto pesaje. También de una correcta contribución a la salud, seguridad y bienestar social para satisfacción del pueblo.

