La felicidad cuando se construye

La felicidad cuando se construye

Existe felicidad en Cuba?, me preguntó un joven que cursa estudios preuniversitarios, cuando me encontraba en su institución educativa para realizar un trabajo periodístico sobre el tema.

Mi respuesta no se hizo esperar. Sí existe. La felicidad está en cada instante que nos proponemos presenciarla, disfrutarla, y en cada paso común y corriente que damos a diario.

La felicidad es invisible a los ojos porque no es material, aunque sí palpable cuando somos capaces de construirla y tocarla con nuestras propias manos.

Felicidad es visible cuando comienza el período lectivo y miles de niños ingresan al preescolar con la emoción de descubrir un mundo nuevo, para experimentar una etapa diferente y vestir el uniforme, conocer y aprender de una maestra nueva.

Felicidad es también -aún en condiciones complejas- ver aquellos alumnos de duodécimo grado prepararse para presentarse a los exámenes de ingreso al nivel superior para fomentar pronto las bases para una vida futura profesional y trabajadora.

La felicidad que más hemos disfrutado la gran mayoría de los cubanos en los últimos años es la seguridad de estar protegidos por el esfuerzo de los científicos de la nación, que nos otorgaron vacunas propias ciento por ciento cubanas contra la covid-19.

Felicidad es ver triunfar atletas en competencias internacionales exhibiendo sus medallas doradas y nuestra bandera cubana, conquistadas a fuerza de preparación deportiva con limitados recursos como consecuencia del bloqueo, compitiendo con dignidad y amor infinito por el terruño.

Somos felices al ser unidos, positivos y bondadosos, al ayudar al necesitado, al esbozar una sonrisa y sentir que la vida es maravillosa gracias a los momentos vividos junto a los seres queridos.

Hacemos expresión de felicidad cuando cultivamos la paz interior, escuchamos música, hacemos ejercicios físicos, compartimos con amigos o simplemente cuando encontramos en las cosas sencillas de la vida la magia sutil que le acompaña.

Según mi opinión, la clave de todo está en saber qué hace feliz a nuestro corazón y que nos identifica, a partir de ahí seremos libres de edificar nuestros microuniversos de felicidad.

Expuestos mis argumentos, el joven a quien no le pregunté su nombre, sonrío satisfecho y me respondió: “la felicidad está en nuestro empeño, en la manera que miremos y actuemos en la vida replanteando soluciones proyectos, propósitos y despejando torpezas; solo así seremos felices.


Moraima Zulueta Gómez

Acerca de Moraima Zulueta Gómez

Periodista de Radio Grito de Baire

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