En Contramaestre, la Oficina Nacional de la Administración Tributaria, ONAT se suma al actual proceso de bancarización que de manera gradual se vive en Cuba, concibiendo estimular el uso de los canales electrónicos de pago y para reordenar los flujos monetarios.
Para la ONAT de este territorio, que cuenta con un fuerte potencial de trabajadores por cuenta propia y nuevos actores de la economía, la bancarización le favorece en la gestión y en el control fiscal, permitiéndoles además, transparentar las operaciones en las que toman participación los actores de la economía, tanto los estatales como privados.
En referencia a este tema, Arelia Rodríguez Reyna, directora en la Oficina de la Administración Tributaria de Contramaestre, resaltó que para los contribuyentes tanto naturales como jurídicos además de las facilidades que se les conceden al poder acceder al Portal Tributario, tienen a su disposición diversos canales de pago, como cajeros automáticos, las plataformas virtuales Transfermóvil y EnZona, así como la Banca Remota.
Reiteró la directora de la ONAT de este municipio que en el ámbito de la bancarización, los contribuyentes pueden elegir el método de pago que deseen para saldar sus tributos. Asimismo fue enfática al recalcar la importancia de las cuentas bancarias fiscales, las que de hecho se inscriben como obligatoria para todas las personas naturales que realizan actividades económicas, tal y como lo dispuso recientemente el Ministerio de finanzas y Precios a través de la Resolución 245 de 2023.
Las cuentas bancarias fiscales permiten que los contribuyentes accedan de manera inmediata a sus estados de cuentas, los ayuda a administrar sus finanzas, pueden pagar los tributos y realizar de forma ágil las operaciones de cobros y pagos, todo desde la comodidad de sus teléfonos, tal y como se refiere al respecto en información publicada en el Portal Tributario de la ONAT.
En este propio sitio se explica que el uso de la Cuenta Bancaria Fiscal, como una herramienta dentro del proceso de bancarización, posibilita transparentar las operaciones entre los actores de la economía, al tiempo que reduce los riesgos de las entidades presupuestadas y empresariales en el manejo de los recursos, lo cual facilita la gestión y el control fiscal.
