Desde el 25 de noviembre de 2016 la historia atesora una cabalgata inolvidable tras el deceso físico de Fidel Castro Ruz, suceso con el que la mejilla del pueblo de Contramaestre quedó marcada ante el sentimiento que invadió la pérdida del hombre que por vocación pasó a la universalidad de la independencia y que seguirá guiándonos por siempre a cubanas y cubanos fieles.
A lo largo y ancho de Cuba como en disímiles parte del mundo se vio a la Caravana de la libertad. Esta vez, en sentido inverso a como aconteció con el triunfo que propinó Fidel frente a las huestes batistianas aquel luminoso Primero de Enero de 1959. Otra vez, transitó una caravana firme y segura de su Patria: colmada de verdadero sentimiento y orgullo revolucionarios.
Hace 7 años que transitó el paso del armón, con la urna que en peregrinaje trasladó las cenizas de Fidel hasta Santiago de Cuba, rodeado de rosas blancas y envuelto en cedro, al igual que como dijera José Martí, el que lo inspiró al Moncada, quien en su profecía dijo: “Yo quiero cuando me muera, con Patria pero sin amo, tener en mi losa un ramo de flores y una bandera”.
A lo largo de 29,6 kilómetros de la geografía contramaestrense, su pueblo le rindió veneración, conjugando el silencio con las lágrimas que cifraban el apego a la imagen del líder político, del batallador de la Sierra y el llano, a quien dedicó su vida a la lucha por la paz del mundo, y por el que nos entregó con sus dotes de estratega: una Revolución cabal, echa con los humildes y para los humildes.
Es un honor Fidel, tenerte por siempre en Santiago de Cuba, para que continúes guiándonos por siempre. Contramaestre, pueblo que vio tu partida hacia la eternidad hace siete años, sigue abrazando a la Patria, y agradeciendo la obra que nos dejaste, esa que desde el concepto de Revolución perdurará, en la mente, en el corazón y en el bregar de una nación que ha sabido aclamar Fidel es Fidel porque de seguro, nos seguirás guiando por Siempre.
Y es porque en Contramaestre seguirá vivo su legado, poniéndole empuje al trabajo, al estudio, a la investigación, a los sueños, y a la defensa de la Patria, porque viviremos abrazados a su memoria, su ejemplo, su sabiduría y entrega.
