Nuevamente volvemos a Santiago, donde su historia permanece intacta, donde se agradece con infinito amor el reconocimiento aprobado por el Consejo de Estado en honor a sus Héroes y su cultura.
El título de Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo, que resplandece en el antiguo Ayuntamiento, es la gratitud de un pueblo, gracias a la existencia de Santiago de tradiciones patrióticas y revolucionarias, de profunda raíz popular.
Antonio Maceo se levanta iluminado por la inmortalidad que conquistó a puras arremetidas con sus batallas epopéyicas y con ideas clarividentes de libertador.
Es Santiago de Cuba, cuna de renombrados generales de las guerras de independencia. José Maceo, Guillermón Moncada, Flor Crombet y Quintín Banderas, cabalgan por la ciudad victoriosos de la gloria, del triunfo del que nadie hasta ahora ha podido apoderarse.
Es Santiago de Cuba la que acompañó a su Fidel en el Moncada, en el 30 de Noviembre junto al intrépido Frank, en el Primero de Enero.
Satisfechos por las cosechas están el cantor del Niágara José María Heredia y el destacado educador Juan Bautista Sagarra, al visualizar la riqueza de conocimientos ajustados a la transformación y al crecimiento individual y colectivo.
Es Santiago de Cuba, tierra y humanidad especiales de cubanía, un aliento y un espíritu de rebeldía indomable que irrumpe cuando es necesario.
Es Santiago de Cuba la que vive su vida cotidianamente con la filosofía de crear de la nada, de lo poco o lo mucho; las razones para construir o inventar una felicidad compartida con todos los compatriotas.
Transcurridos 40 años de la aprobación por el Consejo de Estado de tan honorable reconocimiento, la ciudad nuevamente celebra con alegría las bien ganadas palabras de reconocimiento del líder de la Revolución: Gracias Santiago.
