Mujer en tu caminar por la vida, como dueña de tu destino, del presente y del futuro, tu protagonismo es memoria, fuerza, valentía, convicción, coraje, historia.
Decir mujer federada en Cuba, es crecimiento constante ante la adversidad, es reconocer el papel de guerrera en el surco, en la fábrica, en la escuela, en los laboratorios científicos, en la defensa de la Patria o simplemente en la comunidad como buenas hacedoras del bien común.
Hablar de la mujer federada cubana es empoderar su resistencia y poder, es exaltar su espíritu que no conoce límites, es valorar la independencia contra todos los pronósticos, es la admiración por las múltiples cosechas, es la vida misma tras sueños y derechos.
Valorar a la federada de nuestro país, es marcar una diferencia, es apreciar su audacia para mantenerse firme, es aquilatar su valentía para lograr sus propósitos, es comprender su autodeterminación para hacer oír su voz con sólidos principios.
En honor a todas las federadas cubanas que han luchado y siguen luchando por nuestro lugar y nuestras metas, reconozcamos la resistencia de quienes se destacan entre la multitud de un ejército de grandes virtudes, llenas de amor y comprensión con un profundo compromiso con la Revolución.
Gracias mujer federada por ser consecuente, por entregarte a la transformación de un sistema diferente y no desfallecer ante tantas amenazas en este mundo desigual. Gracias mujer federada rebelde y soñadora, por ser seguidora del ejemplo de Vilma Espín, quien te ofreció la oportunidad de crecer como finas flores en tu Cuba que te respeta.
Gracias federada de la nación que construyes caminos de equidad, de justicia y de paz, para seguir viviendo en una realidad no exenta de vicisitudes, pero con la convicción de que sobre nuestros hombros está la fuerza y la grandeza de un país.

