La madre de la Patria admira con asombro la nueva generación, camino hacia la escuela, sin detenerse a pensar en el aniversario 129 de su muerte fecunda, porque comprende que la continuidad conoce de su estirpe.
La madre de los Maceos mira con detenimiento su natal Santiago, bañado por el naciente sol del día que acompaña a niños y jóvenes para iniciar otra página inédita de amor y compromiso, escoltada por esta identitaria mujer.
Las calles y avenidas de la jurisdicción oriental, exhiben un brillo inapagable que arropa el amanecer de alegría, educación, poesía y valores patrios, gracias a la huella de una guerrera de sentimientos sagrados y luces claras para emancipar el destino de la Patria en manos de la esclavitud.
Hoy las plazas estudiantiles aguardan junto a José Martí por los discípulos con sus mochilas cargadas de sueños, que admiran la madre de catorce hijos llamados a liberar la Patria o morir por ella bajo juramento de rodillas.
Porque Mariana Grajales Coello es luz que trasciende, es legado que inspira, es lealtad que afianza la firmeza, es patriotismo convertido en instrucción, es vida y sencillez, es epopeya y humildad.
De vuelta a las aulas para iniciar el curso escolar 2023-2024, protegidos bajo la mirada serena de la madre de la Patria, la educación cubana apuesta por los desafíos del saber, apegados a las doctrinas de la legendaria mambisa que escogió para su prole el camino de la manigua redentora en momentos cruciales de las gestas libertarias.
Aprender y expresar con el corazón para agradecer eternamente a esa gran madre ejemplar es el deber sagrado de quienes regresan felices este 28 de noviembre a sus escuelas, porque Mariana es a decir de Martí fuego inextinguible y raíz del alma