Proa a la libertad con un Fidel inmortal

Fidel Castro en un viaje hacia la libertad

Era el comienzo de una azarosa travesía en una noche oscura y lluviosa. En los ideales de 82 hombres había un propósito definido: la libertad de su Patria.

Tuxpan los despidió sin saber que serían historia. La Lupe lloró aquella madrugada, las armas en ristres aguardaban en silencio la llegada a la Isla.

En sus rostros la decisión de ser libres o mártires y en sus recuerdos los crímenes cometidos por esbirros de gobiernos de turno.

Cuba lo sabía héroes, Mexico los acogió en sus brazos con el aval de La Demajagua, de Baraguá, del Moncada y del Presidio Modelo, de las luchas estudiantiles.

Proa a la libertad en un Granma con una carga de principios y decoro marcaban el itinerario. Si salgo entro, si entro llego, si llego triunfo.

El Himno de Bayamo los unía en un canto de esperanza y Bonifacio Birne levantó la bandera para que no fuera desecha en pedazos.

Un joven abogado con las ideas del Moncada, cargaba en su mochila los sueños del autor intelectual de la Historia me absolverá.

Alegría de Pío los hizo grandes, la Sierra Maestra los inmortalizó para que aquel Primero de enero, el Granma recorriera en el mar de pueblo, los campos y ciudades de la nueva Cuba libre.

A 66 años del Desembarco redentor, hoy sin el timonel de talla mayor, por su deceso, el Granma navega ardiente con su profeta de la Aurora, iluminado de martianas estrellas insurrectas que apostaron por el triunfo o la muerte.

Porque decir Granma es decir fortuna; es voz derramada hacia los cuatro vientos de reforma agraria, justicia, pan, libertad, es expresar con evocación perpetúa que Gracias a Fidel y ese emblemático yate que llegó y triunfó, Cuba es y será una nación libre, de paz e independencia.

Era el comienzo de una azarosa travesía en una noche oscura y lluviosa. En los ideales de 82 hombres había un propósito definido: la libertad de su Patria.

Despedida hacia la libertad

Tuxpan los despidió sin saber que serían historia. La Lupe lloró aquella madrugada, las armas en ristres aguardaban en silencio la llegada a la Isla.

En sus rostros la decisión de ser libres o mártires y en sus recuerdos los crímenes cometidos por esbirros de gobiernos de turno.

Cuba lo sabía héroes, Mexico los acogió en sus brazos con el aval de La Demajagua, de Baragúa, del Moncada y del Presidio Modelo, de las luchas estudiantiles.

Proa a la libertad en un Granma con una carga de principios y decoro marcaban el itinerario. Si salgo entro, si entro llego, si llego triunfo.

El Himno de Bayamo los unía en un canto de esperanza y Bonifacio Birne levantó la bandera para que no fuera desecha en pedazos.


Moraima Zulueta Gómez

Acerca de Moraima Zulueta Gómez

Periodista de Radio Grito de Baire

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