La alegría invade las calles de Contramaestre, porque llegó el día feliz, el día de risas, reencuentros y salutación con el reinicio del curso escolar.
El deseo de estudiar y ser mejores para seguir el ejemplo del Che, de Fidel Castro, el pionero mayor, quien inculcó el amor a la Patria, el humanismo, la solidaridad y el altruismo, vuelve a renacer en cada trinchera de estudio.
El relevo del futuro marcha feliz a sus escuelas, donde Martí le aguarda con eterna gratitud al ver los rostros amando a nuestros héroes, estudiando la historia, apoyando la nación en los momentos más difíciles.
Con la convicción que educar es sembrar valores, este 5 de septiembre vistió el amanecer de canto y poesía, de arte y educación en armonía con una continuidad de nuevos compromisos en la conclusión del curso escolar, agradecida de ser una generación salvada por científicos contra una pandemia.
Nuevamente las aulas abrirán sus puertas para que estudiantes y docentes crezcan edificando el presente y el mañana; para que el sol abrace con fuerza la semilla que se cultiva; los valores que desde temprana edad fortalecen al ser humano; los preceptos de la pedagogía que engrandece la conciencia.
Curso escolar para cumplir sueños
El reinicio del curso escolar trae misma rutina en una mañana aún de verano, para aprender y expresar con el corazón, para llevar sobre los hombros las mochilas cargadas de sueños por cumplir; para agradecer por el reencuentro que une, instruye y aviva.
Llegó el 5 de septiembre para retomar la gran obra educativa, para dar la más cordial bienvenida al reinicio de un período lectivo no exento de desafíos e inquietudes, pero sí con la certeza que a través de la comprensión, la humildad, la solidaridad, el afecto y el respeto, las instituciones educativas de Contramaestre, esperaron por este día felíz para celebrar juntos y en victoria.
