Capacidad infinita e inmenso amor es la mujer cubana. Tiene trillado todos los caminos que llevan a la grandeza de los seres humanos al transitar de mil maneras venciendo obstáculos y tristezas y celebrando victorias y alegrías.
En el aniversario 62 de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), recordamos en homenaje sincero y merecido a todas las mujeres, que como abejas, contribuyen con su cariño, ternura y amor, a construir el panal, cuyo contenido no siempre es dulce por los golpes de la vida. Ellas subsanan, curan, alientan.
Las féminas cubana estuvieron en las luchas por independencia de la Patria, se han mantenido al lado de la Revolución cubana incondicionalmente. Son federadas, cederistas, maestras, doctoras en diversas áreas como la medicina, y las ciencias en general. Son secretarias, agricultoras, especialistas en diferentes frentes. Son internacionalistas y solidarias con su pueblo y el mundo.
Como expresó Fidel: “Las mujeres cubanas se han unido para la lucha y se han unido para el trabajo; se han unido para ayudar a la patria en cualquier circunstancia”.
Nuestro Ministro de relaciones exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla dijo en homenaje a las federadas este 23 de agosto: “Distingue a nuestra obra revolucionaria el empuje, el espíritu creador, la consagración, la fidelidad y el compromiso de la mujer”.
La impronta de mujer
Hoy, la mujer en todos los campos en que trabaja deja su imperecedera huella. Indispensable ha sido su presencia en la batalla contra la Covid-19 en Cuba y fuera de sus fronteras, contra el dengue y demás enfermedades que azotan a la población.
Prominente ha sido el papel de las mujeres cubanas en la contribución con la educación de sus hijos ante el cierre de las escuelas provocado por pandemia.
El quehacer de la nación es imposible sin la mano de las féminas que aportan imprescindibles contribuciones a la vida toda de su país, por demás en plena crisis económica y energética. Son sencillamente heroínas.
