De fina y preciosa madera están talladas las madres cubanas, marianas en las combinan la hidalguía y la belleza. Ante ellas las dificultades tiemblan y se minimizan.
La historia de nuestras madres está preñada de sacrificios, de mambisas que se adentraron a la manigua y entregaron hijos y vidas para luchar por la libertad. Sirvieron estas como hijas pródigas entregando su amor y su vida.
Lágrimas derramadas ante los cuerpos inertes de sus hijos en la clandestinidad forjaron su espíritu, una página de la Historia Patria que las ubica en el sitial más alto de la gloria.
Reto para las madres
El reto de hoy para esas creadoras dela vida, no es menos glorioso, tal vez el más crudo de la historia, carencias, circunstancias difíciles, nuevos desafíos. Una realidad que lacera el normal desarrollo de sus hijos y donde el bloqueo imperialista es una daga que punza sus corazones.
Estas medidas injustas contra la nación cada día recrudecidas limitan la posibilidad de alimentos, restringen el fluido eléctrico necesario en los estudios, los medios de enseñanza en las escuelas y las madres cubanas lo sufren, sienten profundo las carencias de sus hijos, los sueños que se truncan, las esperanzas que se alejan. Se crecen nuestras madres, se agigantan y sacan las fuerzas escondidas, incentivan a sus hijos, los forman optimistas, los educan fuertes y preparados.