El 28 de enero de 1953, el Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, cumpliría 100 años de nacimiento. Un falso martiano había tomado el poder en 1952 y había secuestrado la democracia en la isla.
Jóvenes apasionados de la obra de Martí, con antorchas prendidas, marcharon para no dejar morir al Apóstol en el año de su Centenario; a partir de esa fecha, se identificaron como Generación del Centenario del Apóstol. Tenían un líder clave, su nombre: Fidel Castro Ruz.
Había que hacer algo profundo, que conmoviera al pueblo cubano, por eso Fidel Castro y sus compañeros, organizaron un plan, casi perfecto: tomar la fortaleza del Moncada y aprovecharse de los populares Carnavales de Santiago de Cuba, para no despertar las sospechas del Servicio de Inteligencia Militar.
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